Cuando arrancaba el autobús, tras los cristales de las ventanas los pequeños lanzaban besos, y con sus manos decían «Adiós, hasta pronto».

Este sábado ha partido desde Valencia el autobús con los 56 niños y niñas ucranianos que han  estado durante un mes con sus familias de acogida de la Comunitat Valenciana con  quienes han pasado unas navidades en paz , alejados de la guerra y el frío, dentro del programa de acogimiento de la Fundación Juntos por la Vida.  Después de tres días de viaje llegarán a sus casas en las aldeas y pueblos de Ucrania, que continúan en situación de guerra, por la invasión de Rusia que va a cumplir ya dos años desde su inicio. 

Las familias de acogida han despedido a los menores en el rectorado de la Universidad Politécnica de Valencia, de donde ha partido el bus. Besos, muchos abrazos y lágrimas en la despedida, pero con la esperanza de que vuelvan el próximo verano.

Alona, tiene 11 años, y decía que se va con alegría, pero también con tristeza:·»Tengo muchas ganas de ir a Ucrania, pero también estoy triste porque aqui hay paz y no hay guerra. Muchas gracias a mi familia por hacer todo por mi.» 

Otro de los pequeños, antes de subir al autobús decía contento que le gusta mucho España, pero que tiene ganas de volver a Ucrania, por el colegio, su familia y para ver a su familia. 

Otra niña de 11 años decía que ya ha venido a España tres veces  «Me gusta España, aquí todo es muy tranquilo y no hay guerra, y no me gusta la guerra»  

Y Polina de 10 años, decía sonriendo » Tengo muchas ganas de ir a Ucrania para ver a mis padres, pero quiero decir a mi familia de España muchas gracias por que lo he pasado muy bien aquí».

La presidenta de Juntos por la Vida, Clara Arnal, despedía a los niños y niñas y decía que «Han sido unas navidades llenas de cariño, alegría y risas, pero sobre todo unas navidades en Paz. Van con mucha emoción por reencontrarse con sus familias ucranianas, todos proceden de familias muy vulnerables  en riesgo de exclusión dentro de lo que ya supone vivir en una zona en conflicto. Pero también  e van a con la ilusión de regresar este próximo verano con la que ya saben que va a ser su familia española»

Con sus maletas llenas de regalos, recuerdos, y mucho cariño, los pequeños han subido al autobús con la esperanza de volver pronto a tener un respiro de Paz con sus familias aquí.