El Centre Cultural La Nau de la Universitat de València ha inaugurado este 22 de diciembre una exposición de fotografías de Benito Pajares sobre refugiados de la invasión de Ucrania. El acto de apertura en el Claustro, contó con la actuación del coro Voces por Benín, que interpretó un repertorio de música coral estándar y africana.

La exposición, que lleva por título ‘Destino: vida. Crónica fotográfica del éxodo ucraniano’, está promovida por el Vicerrectorado de Cultura y Sociedad y por la Fundación Juntos por la Vida.

El pasado 1 de marzo, el fotoperiodista Benito Pajares, premio World Press Photo en 2006, llegó a Przemysl, en la frontera entre Polonia y Ucrania, con un grupo de voluntarios de la ONG Juntos por la Vida, para colaborar como voluntario en la evacuación y el traslado de refugiados. También para documentar con su cámara la tragedia de los refugiados ucranianos.

El fruto de aquella iniciativa puede contemplarse ahora en el Claustro superior del edificio de La Nau hasta el 5 de febrero de 2023.

Según escriben la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, y la vicerrectora de Cultura y Sociedad, Ester Alba, “la cámara de Benito pudo captar la desolación y la destrucción de la guerra. Aldeas, pueblos y ciudades bombardeados, escombros donde antes había casas, esqueletos de edificios de viviendas quemados, bombas sin explotar clavadas en el suelo, grandes agujeros en los campos ocasionados por misiles. Armamento y tanques convertidos en chatarra abandonados a los caminos, carreteras y puentes cortados”. Y añaden: “Estas imágenes se pueden ver y ‘sentir’ en esta exposición a través del objetivo y la mirada profesional, artística, humana y llena de sensibilidad de Benito Pajares, quien con su cámara recorre el mundo desde hace años”.

Benito Pajares explica que viajó a la zona “como un voluntario más”. A diferencia de otros trabajos que ha realizado como fotoperiodista, en esta ocasión el impulso inicial no era profesional, sino solidario. “Allá hice de todo, desde conducir una furgoneta a repartir ropa y alimentos entre los refugiados”. Eso sí, con su cámara siempre al lado, documentando cada jornada.

La presidenta de Juntos por la Vida, Clara Arnal, recuerda el papel de la Universitat: “Durante tres meses navegamos por verdaderos ríos humanos y tuvimos la suerte de ayudar a muchas personas a llegar a España de manera segura. El primer autobús lo hizo el 7 de marzo en la Universitat de València, que rápidamente nos ofreció su inestimable ayuda a la causa ucraniana. Esa madrugada, cincuenta familias esperaban las primeras refugiadas con hijos”. Como explica la presidenta de la ONG, “desde entonces más de 400 familias y más de 100 voluntarios han formado parte de un ejército de solidaridad, que, junto con instituciones, empresas y otras entidades, hacen todavía posible que la vida sea el destino de tantas víctimas de este conflicto”.