Donde los niños y las niñas no hablan de la guerra.
«Estamos contentos por estar en el campamento». Han aprendido a decirlo en español y lo repiten a coro y riendo, y sus caras lo demuestran. Todo es nuevo para ellos. Durante un mes y medio se olvidan de lo que han vivido en sus pueblos, ciudades y aldeas de Ucranias de donde proceden, en la mayoría de los casos lugares muy afectados y bombardeados por la invasión rusa a su país
En un corro Karina, Dana, Bogdan y Yiana dicen que lo que mas les gusta es la piscina, y repiten «España very good. Muchas muchas gracias». Les gustan los abrazos y aprovechan cualquier situación para abrazar, despertando la ternura de quien los da o los recibe.
Son algunos de los casi 50 niños y niñas ucranianos que disfrutan del «Campus por la Paz» , el campamento organizado por la Fundación Juntos por la Vida, en el colegio San Vicente Ferrer en el municipio valenciano de San Antonio de Benagéber. Son menores entre 6 y 12 años, que proceden de aldeas y pueblos de la zona del Donbass, y Chernobil , muchos de ellos desplazados internos en su país a causa de la guerra.
Polina tiene 10 años, y es una de las que mas se mueven, hablan y ríen, y de las que se atreven e intentan hablar español como pueden o saben. Le gusta mucho cantar, y eso provoca la sonrisa de los monitores ante la espontaneidad de la pequeña, que en ocasiones entona alguna canción ucraniana que habla de su país, y que emociona a quien le escucha.
«AQUI NO HABLAMOS DE LA GUERRA «
«No hablan de la guerra», dice Dasha, una de las monitoras ucranianas que habla español correctamente porque ha venido a Valencia desde que era una niña acogida por una familia. «Cada día noto que están mas tranquilos y mas seguros. Como este es un campamento de la paz, no hablamos de la guerra ni bombardeos, hablan menos de algo que les duela. Entre los pequeños algunos lloran porque echan de menos a sus padres, y es normal, porque alguno acaba de cumplir 6 años. Pero cada día están mejor aquí»
Una de las niñas mayores cuenta que vivía en una pueblo cerca de Ivankiv y «pasaba miedo. En mi pueblo no había mucho movimiento, pero veía como pasaban los tanques , y oía como volaban los helicópteros y los aviones y los escuchaba todos los días. Pero tuve la suerte de que en mi pueblo que es muy pequeño, no entraron. Aquí me siento bien, tranquila y protegida».
Clara Arnal, presidenta de Juntos por la Vida, cuenta que la mayoría, o todos los pequeños están muy adaptados » jugando, haciendo actividades, excursiones, yendo a la piscina en este respiro de 6 semana, y se están alimentando muy bien comiendo 5 veces al día que eso también es fantástico para ellos». Cocineras ucranianas también se han desplazado al campamento para preparar cada día una alimentación sana, nutritiva y rica para todos , que disfrutan cada día a la hora de comer.
Incide Clara en que los niños y niñas han vivido situaciones duras. » Allí siguen viviendo cada día el temor, el riesgo, las sirenas y las alarmas, que continúan sonando cada día, y que prácticamente sigue habiendo en gran parte del territorio ucraniano, y esto es un miedo que ningún niño o niñas debería vivir»
Clara recuerda que Las madres de los menores estaban preocupadas por la seguridad de sus hijos y pidieron a la ong que los evacuaran cuanto antes. Y así, desde sus pueblos, aldeas y ciudades, lo hizo ella misma junto con un grupo de voluntarios de la ong que siguen trabajando en Ucrania y la frontera de Polonia en la ayuda a refugiados y desplazados.
PRENSA , OCEANOGRÁFIC Y PASTA
El jueves 14 de Julio el campamento abrió sus puertas a los medios de comunicación en una jornada en la que profesionales de radios, televisiones, agencias, y periódicos acudieron a conocer como es el día a día y escucharon lo que los pequeños les contaron y cantaron. Trasladaron así los juegos y actividades del campus por la paz, a través de palabras e imágenes de los niños y niñas, que llegaron de nuevo a muchos corazones para conocer un poco mas su realidad,
Otro día, el 19, el grupo completo de niños y niñas se trasladaron a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y disfrutaron de un día lleno de sorpresas especialmente en el Oceanográfic, y mucha diversión.
Y no podía faltar el taller de pasta, en el que se convirtieron en pequeños cocineros elaborando pasta rellena de forma artesanal y natural, que luego pudieron comer……. rica, rica
Los días transcurren llenos de alegría, risas, juegos, piscina, talleres y mucho movimiento en el campamento lleno de colores. Las monitoras y monitores ucranianos y españoles cuidan, motivan , dirigen, acompañan, y comparten todo con los pequeños que están viviendo el verano de sus vidas . Lo hacen lejos de la guerra, los bombardeos, las sirenas, y el miedo. Todo eso se ha cambiado por Las sonrisas de sus caras, el brillo de sus ojos , y jugar todo el día.. Y así hasta el 15 de Agosto…..Un verano de paz en el «Campus por la PAZ»
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