Ahora que comienza el curso para millones de escolares en nuestro país, muchos otros niños y niñas, aunque lo están deseando, no podrán ir a la escuela porque la falta de medios se lo impide. Con un poco de ayuda, podría cambiar su realidad y su futuro. Así ocurre en una pequeña aldea rural de Benin, en Africa, donde está colaborando la Fundación Juntos Por la Vida de la Comunidad Valenciana, y que hemos visitado recientemente.

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Escuchamos gritos de niños y niñas a la entrada de un colegio en Africa, y suenan igual que el alboroto infantil que podemos escuchar aquí también en la entrada de un colegio de Valencia, o de cualquier otro de nuestro país, especialmente en la vuelta al cole. Pero no para todos es igual, para muchos no hay vuelta al cole, la pobreza no se lo permite.

Así nos saludaban los niños en la puerta de la Escuela “Saint Noel” de Tori, un pequeño poblado en una zona rural muy pobre de Benin. Sus aulas pueden acoger a 200 niños y niñas de todas las edades, sin embargo, sólo acuden menos de la mitad, porque el resto no tienen medios ni recursos para pagar los gastos de escolarización, y se tienen que quedar en casa.

Precisamente en una chabola frente a la escuela vive uno de ellos, Armand, de 5 años, dice que no quiere quedarse en casa, y quiere ir a la escuela.

“Je ne veux pas rester à la maison, je veux aller à L’école”

Su madre, agricultora, cuenta que tiene 4 hijos, y le gustaría que fueran al colegio pero no puede pagar :

Vivimos en esta habitación alquilada, mis cuatro hijos están en casa porque mi marido y yo no tenemos dinero para que puedan ir a la escuela. Aquí en el pueblo hay muchos otros niños que están en la misma situación”

Los gastos escolares que necesita cada niño para todo el curso suponen una cifra que a nosotros nos parece poquísimo, pero allí es una cantidad que la mayoría no puede asumir, ya que su economía es de subsistencia.

Reina, la delegada en Benin de la ong Fundación Juntos Por la Vida de La Comunidad Valenciana, nos cuenta que algunos de estos menores ni siquiera tienen casa y viven en la calle. Otros trabajan con sus padres.

Con ella visitamos a muchas de esos niños y niñas en sus casas con sus familias. Uno de ellos, Maurice quiere ir a la escuela y no puede, con tan solo 5 años, trabaja con su padre en un taller mecánico.

En otra casa encontramos a Deo – Gracias otra niña de 8 años que tampoco puede ir a la escuela.

Pascaline es la madre de ocho hijos . Nos dice que le gustaría que al menos algunos recibieran educación para poder ser algo en la vida en un futuro,

Con un intenso calor continuamos el recorrido por los caminos de tierra de la aldea de Tori, este rincón africano de Benin, donde la pobreza es la protagonista en cada pequeña casa o habitación que visitamos, y donde viven en la mayoría de los casos todos los miembros de una misma familia, sin apenas espacio ni medios.

En ellas encontramos a más niños y niñas que dejaron de ir a la escuela ,y con una sonrisa y asintiendo con la cabeza no dicen que quieren volver.

Bernice, con 6 años, vive en una especie de cabaña con maderas.

O dos hermanas, Hermine y Karine, que ni siquiera tienen casa, con sus padres viven bajo un techo sin paredes, que agrupa a varias familias en espacios separados con sus enseres domésticos.

Reina, quien nos ha guidado, conoce bien la zona y las necesidades. Por eso pide ayuda para que estos niños y niñas puedan tener acceso a la educación.

Queremos y necesitamos ayuda para estos niños, porque son el futuro de Benin, si van a la escuela recibirán una educación y pueden ser útiles para nuestra sociedad”

La Fundación Juntos por la Vida , ha facilitado ayuda para que algunos de estos niños y niñas hayan podido volver a las aulas en la última etapa del curso pasado. Ahora, al comienzo del nuevo curso escolar, hace falta más ayuda para que sean más los futuros estudiantes infantiles de la escuela de Tori y ninguno tenga que quedarse en casa. Desde aquí, con solo una pequeña aportación solidaria será posible. Lo asegura Clara Arnal , la presidenta de la Fundación.

“Aunque la crisis del covid no ha afectado mucho sanitariamente a Benin, sí lo ha hecho de forma económica porque muchos niños y niñas han tenido que dejar la escuela y verse obligados a trabajar , y muchas niñas obligadas a casarse a edad temprana. Desde la Fundación estamos trabajando y pedimos la colaboración para poder volver a escolarizar a estos niños . Nos preocupamos no solamente de su educación , que es el motor que va a cambiar su futuro y su desarrollo, de ellos y de sus comunidades , sino también de su salud, porque aunque no hay covid, sigue habiendo malaria e infecciones. Además siguen sin tener agua potable en la zona donde viven en Tori. Por eso agradecemos las donaciones y cualquier colaboración para mejorar sus vidas y la de sus familias”

Nos vamos de la escuela y De Tori. Los pequeños se quedan jugando descalzos en la tierra, con risas y entusiasmo. Nos vamos con tristeza por la situación, pero con el convencimiento de que puede cambiar. Y por eso seguiremos trabajando desde aquí, y volveremos.

Sabemos que la educación, es la herramienta más poderosa para romper el círculo de la pobreza, y de mejorar el futuro. Los niños y niñas nos despiden con esperanza y alegría en sus ojos. Y con sus manos, y sus primeras palabras de español recien aprendidas, nos dicen adiosssss

Puedes escuchar el audio del reportaje emitido en RNE