Hace una semana hemos tenido la oportunidad, después de unos meses, de viajar a Benin y visitar a nuestros queridos niños y niñas de la comarca de Zé. El recibimiento fue como siempre, caluroso y entrañable; entre bailes y cantos, porque era sábado. Y el sábado es el día en que los niños y niñas de la zona, van a divertirse y a aprender a cantar, a bailar. Algunos tienen la oportunidad de ir a la escuela, otros no. Los que si, van a las escuelas públicas de las aldeas cercanas, pero de los que os quiero hablar, es de los casi 90 alumnos que están matriculados en la escuela de alfabetización acelerada.

Lo primero que me gustaría remarcar es que este proyecto, como todos los de la fundación, desde sus inicios, es un proyecto vivo. Es un proyecto que va creciendo y se va modificando con el tiempo, desde el cariño y la intención de que todos los esfuerzos realizados sirvan para cumplir con los objetivos de la fundación, que son transformar la realidad de los más vulnerables a través de la educación, que es el motor del desarrollo.

A lo largo de estos cuatro años, hemos tenido la oportunidad de conocer más a fondo la realidad de Benin y de las comunidades a las que apoyamos, y mejorar en nuestras intervenciones. Cuando decidimos construir la escuela en una zona tan deprimida como Wawata, donde muchos niños y niñas no tienen la oportunidad de ir a la escuela, lo que conlleva los riesgos de que muchos de ellos terminen siendo explotados laboralmente o en matrimonios forzosos, sabíamos que no era una labor fácil.

En estos tres años hemos vivido éxitos y decepciones. Los primeros ocho alumnos se han graduado de primaria tras tres años de escolarización, y eso ha sido motivo de celebración y de alegría en la escuela. Los primeros diplomas y el orgullo de saber que los ocho siguen estudiando en otras escuelas de la zona, y que tienen la oportunidad de tener un futuro digno.

Conócelos a todos!!!

https://www.youtube.com/watch?v=MbbXr772xwQ

Pero muchos se quedan por el camino, abandonan tras un año o dos años de escuela, o sus familias se mudan a la ciudad buscando una vida mejor. La situación económica precaria de algunas familias, especialmente con la crisis global actual, obliga a muchos menores a volver al trabajo a pesar de su corta edad. Su pupitre automáticamente se ocupa por otro niño o niña. Hay muchos en lista de espera. Pero la rotación es inevitable en un entorno vulnerable y cambiante, donde la supervivencia diaria es la prioridad para las familias.

Gracias a la colaboración de los padrinos y madrinas y a nuestra aportación mensual de 15€, hemos podido financiar durante estos tres años los gastos de la escuela: Salarios, materiales, uniformes, transporte, electricidad, etc. Y agradecemos la confianza depositada en nosotros y en nuestro proyecto.

Con la rotación de alumnos en Benin y la crisis económica en España, los últimos meses hemos observado que hay muchos más niños escolarizados que padrinos, lo que supone un agravio comparativo para los niños y niñas que entran en la escuela y durante su paso no llegan nunca a grabar el video a su benefactor en España.

Por eso, y porque seguimos avanzando y transformándonos hacia realidades más justas y sostenibles. Preferimos darles un mensaje positivo y motivador a todos ellos: TODOS tienen un grupo de amigos y amigas en España que se preocupan y se ocupan de ellos. Porque la unión fortalece.

Seguimos apoyando el proyecto con la colaboración de todos los padrinos y otras aportaciones de socios y donantes que hacéis posible que el mundo sea un poquito mejor.

Os seguimos necesitando, para este y para otros muchos proyectos…. os seguiremos contando…

Gracias por vuestro apoyo!